... vale más que mil palabras
¿Qué entendemos por imagen?
La imagen (del latín, “imago” = reproducción) es un signo icónico que reproduce algunos elementos perceptivos de las cosas y que permiten significarlas. Esto quiere decir que una imagen ofrece aquellos datos visuales con los cuales se puede reconocer la cosa representada en correspondencia con la idea que se tiene de ella.
Antes de existir en un cuadro, en un papel o en una pantalla, las imágenes están en nuestra mente. Cuando dormimos y soñamos, cuando recordamos algo, cuando imaginamos algo a través de nuestra fantasía, se forman imágenes en nuestro cerebro. Nuestro cerebro recibe estímulos y percepciones a través de los sentidos y elabora todo tipo de imágenes.
Pinturas, lápices, papel, tela, máquina fotográfica, computadora, cámara de video son algunos de los materiales que nos permiten plasmar esas imágenes mentales en imágenes técnicas. Estas imágenes son exteriores al individuo que las crea, se exponen para que otros las vean, circulan en la sociedad y pueden adquirir un valor comercial.
En la actualidad, los instrumentos tecnológicos permiten crear toda clase de imágenes y reproducirlas en cantidades infinitas.
Imagen y realidad
En general, se asocia la palabra imagen con una “representación visual que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado”.
Lo que hay que tener en cuenta es que el hecho de que la imagen sea signo quiere decir que no es la realidad misma. En la imagen solo hallamos algunos aspectos del objeto, no todos. Por ejemplo, la foto de una hamburguesa nos muestra la forma, el color pero no su sabor, su textura, su temperatura. La fotografía de un amigo no es el amigo mismo, ni el cuadro de un paisaje es el paisaje verdadero.
Los medios masivos de comunicación (televisión, diarios, revistas) difunden miles de imágenes. Sería un error creer que ellas son la realidad misma, pero sí la representan y la evocan.
Existen muchas diferencias entre “la imagen” y “lo real”, pues cuando se crea una imagen necesariamente hay una modificación de lo real, la imagen construye una determinada mirada sobre lo real, la imagen no es la realidad que significa, tan sólo es su representación.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-neo2ebJnEgmji9UTVs9yOP1GBr2CGNwjMxHqpS4Pl3gbuDV3Pi7KjL8BPGwoCd35t8lhKT2N1gpW8VRxQIb99PhLTcXm_1rbvgNCQ5h2WRnTnzmT1jVrzMyxzrhw_rUwL-usuwyyzXqh/s1600/Gato%2520Azul.jpg)
La imagen no debe ser concebida como una mera copia, como un proceso imitativo o de reproducción lo más exacta posible a la realidad. Incluso en la fotografía documental, la imagen, lejos de ser una representación objetiva de la realidad, es el resultado de una construcción en la que intervienen procesos de percepción, selección y registro por parte de quién la toma y de interpretación y resignificación de aquél que la mira.
Podemos clasificar las imágenes en relación a la realidad según una escala de iconicidad en la cual los extremos son la imagen natural y la abstracción total. La iconicidad de la imagen es la capacidad de representación de algo para producir un efecto visual similar al que produciría la propia realidad representada.
La imagen significa, expresa, comunica y , por lo tanto, debe ser interpretada y analizada. Dicho de otro modo, la imagen es una construcción tanto de aquel que la produce como de aquel que la interpreta. Cada imagen, cada fotografía resuena en nosotros como espectadores porque llevamos a la misma nuestros propios valores, creencias e historia personal.
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